A día de hoy, la gripe está causada fundamentalmente por las epidemias estacionales de los virus de la gripe A y B, si bien ocasionalmente se describen casos de infección por el tipo C y, excepcionalmente, por el tipo D. Estos virus se propagan por vía respiratoria, principalmente por aerosoles y pequeñas partículas cargadas de virus que son expulsadas al aire por las personas infectadas al toser, estornudar o hablar.1
En general se producen dos temporadas de gripe al año: una en el hemisferio norte y otra en el hemisferio sur. La duración de las epidemias es aproximadamente de 4 meses, aunque el pico de incidencia se concentra normalmente en un periodo de 1 a 2 meses, alcanzando la incidencia máxima en España entre los meses de diciembre y febrero.1
IMPACTO DE LA GRIPE
La mayoría de los pacientes infectados por los virus de la gripe son asintomáticos o presentan una sintomatología leve o moderada. Sin embargo, algunos pacientes presentan complicaciones que pueden llegar a requerir hospitalización y, en ciertos casos, ocasionar la muerte. La incidencia de hospitalización por gripe varía en función de la edad, siendo significativamente superior en los niños y en la población de edad avanzada (≥ 65 años).
Además del impacto clínico, la gripe supone un importante coste económico para la sociedad y ocasiona una sustancial congestión de los servicios sanitarios en los picos de incidencia. Diversos estudios han estimado un impacto económico de entre 250 y 1.000 millones de euros anuales, mientras que, según la Comisión Europea, el impacto total de una epidemia de gripe estacional puede llegar a los 56,7 millones de euros por millón de habitantes.3
En este contexto, la vacunación representa una herramienta muy valiosa para la prevención de la enfermedad y las complicaciones asociadas y, en consecuencia, muy útil para la gestión económica de los costes derivados de la gripe. En España, se ha estimado que la vacunación antigripal supone un ahorro de alrededor 500 millones de euros anuales para la población mayor de 65 años, generalmente debido a los costes de hospitalización evitados. Por esta razón, la vacunación antigripal es considerada una estrategia coste-efectiva, especialmente en esta población.3
Junto con las medidas de prevención personal, como son reforzar la higiene y el
distanciamiento social, la vacunación estacional es la forma más eficaz de prevenir la gripe y
sus consecuencias.1
- Vacuna antigripal adyuvada: 20 años protegiéndonos de la gripe. Pilar Arrazola Martínez, José María Eiros Bouza, Adolfo García-Sastre, Ángel Gil De Miguel y Joan Puig-Barberà. Gráficas Montseny : Adelphi Targis. ISBN: 2023. 978-84-123428-7-1.
- Organización Mundial de la Salud. Hoja informativa sobre la gripe (estacional), 28 de febrero de 2025. Disponible en línea: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/influenza-(seasonal) (consultado en marzo de 2025)
- Pérez-Rubio A, Platero L, Eiros Bouza JM. Gripe estacional en España: carga clínica y económica y programas de vacunación. Med Clin (Barc). 2019;153(1):16-27. doi:10.1016/J.MEDCLI.2018.11.014